VIDA DESPUES DE LA MUERTE
La creencia inicial en la inmortalidad de dioses y faraones, posteriormente
extendida al resto de los egipcios, significó que se practicara el embalsamiento y
la momificacion, para
poder preservar la integridad del individuo en la vida futura, según los textos
de la mitología egipcia.
Los egipcios
creían que cuando una persona muere, algo de ella continúa viviendo y a esta
supervivencia le dieron el nombre de
"doble", imaginándola "como una especie de sombra o
fantasma, igual al cuerpo, aunque completamente impalpable". Durante miles
de años creyeron asimismo que el "doble" sólo podía existir mientras
el cadáver no sufriese en la tumba descomposición y de ahí los cuidados que
dedicaron al embalsamamiento, consiguiendo que la momia se conservase siglos y
siglos. Así fue como la momificación o embalsamamiento se convirtió en el arte
nacional y todos los egipcios se preocupaban de él.
El proceso de momificación se hacía en
la Tierra Roja, un desierto alejado de las zonas densamente pobladas y con
fácil acceso al río Nilo. Se trabajaba en tiendas de campaña abiertas para lograr
la ventilación adecuada.
El cuerpo se
pasa a una tabla inclinada y se cubre con polvo de natrón, que a diferencia de
la arena, absorbe la humedad sin oscurecer ni endurecer la piel. Se deja en el
polvo entre 35 y 40 días, y luego se lleva a la Casa de Purificación, donde se
limpia, se saca el incienso y se vuelve a rellenar con natrón y ropa empapada
en resina, se cosen las incisiones y se baña la piel en resina.
Finalmente,
el cuerpo estaba preparado para el vendaje, un proceso complicado que tardaba
un par de semanas en completarse.
FUENTE:
DANY ALEXSANDER MUÑOZ IBARRA...